El alma en los ojos, esas ganas de tomar mis manos y caminar, le vi sueños, le vi palabras. Pero le faltaba valor.
Se despertó con música en la mente, los recuerdos la acobijaban, la besaban, pero esta vez no con forma de miedo, mas bien tenían forma de sonrisa, como si la vida le hiciera una vez mas un guiño de no fue nada, de ya paso, de sigue adelante y agradece. Ya era hora de levantarse y caminar, de incorporarse al mundo.
Salió por un momento, tal vez un tequila para librarse de sus miles de demonios, le diera ese pequeño choque de corriente que la hiciera sentir viva y un poco valiente. En la barra, no es tan común ver una chica, es mal visto, "patriarcalismo idiota!"pensó, mientras se tomo su tequila de un sorbo. Después de unos cuantos, de melodías difusas, dejo de pensar, era como si por un momento el tiempo se detuviera y no importara nada, más allá de su propia figura que aunque suya parecía ser un poco lejana, dispersa, después de todo no era tan suya, había ya sido invadida por mil cuerpos, mil promesas que habían robado parte de ella.
el aPor un lapso de tiempo, una canción trae con sigo una imagen difusa de lo que fueron esos miles de besos, esas miradas, caricias, bailes, sueños, amores de una noche, de tres, de seis meses, de tres años, de una tarde. Al final solo recuerda pocos nombres, aquellos con los que realmente amo la vida, con los que andar era volar, son pocos, para los que se acomodan las canciones de amor en muchos idiomas, en turco, alemán, ingles y español. Todos tan suyos, tan amados y ahora tan lejanos, cada uno se había ido con su corazón, que al parecer no era un solo corazón pues a cada uno se lo habia entregado completo, sin mesura, sin precauciones, como se ama con intensidad y sin medida de tiempo.
Salió por un momento, tal vez un tequila para librarse de sus miles de demonios, le diera ese pequeño choque de corriente que la hiciera sentir viva y un poco valiente. En la barra, no es tan común ver una chica, es mal visto, "patriarcalismo idiota!"pensó, mientras se tomo su tequila de un sorbo. Después de unos cuantos, de melodías difusas, dejo de pensar, era como si por un momento el tiempo se detuviera y no importara nada, más allá de su propia figura que aunque suya parecía ser un poco lejana, dispersa, después de todo no era tan suya, había ya sido invadida por mil cuerpos, mil promesas que habían robado parte de ella.
el aPor un lapso de tiempo, una canción trae con sigo una imagen difusa de lo que fueron esos miles de besos, esas miradas, caricias, bailes, sueños, amores de una noche, de tres, de seis meses, de tres años, de una tarde. Al final solo recuerda pocos nombres, aquellos con los que realmente amo la vida, con los que andar era volar, son pocos, para los que se acomodan las canciones de amor en muchos idiomas, en turco, alemán, ingles y español. Todos tan suyos, tan amados y ahora tan lejanos, cada uno se había ido con su corazón, que al parecer no era un solo corazón pues a cada uno se lo habia entregado completo, sin mesura, sin precauciones, como se ama con intensidad y sin medida de tiempo.
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