Entreletrascaí

viernes, 13 de septiembre de 2019

MARIACAMILA, Música en el aire

Si me preguntan quién es Mariacamila, tal vez la descripción más adecuada es decir que es una cajita de música, que en su momento tenía la cuerda enredada en alguna tuerca del motor que la hacía sonar.
Mariacamila respira música, vive música, desde los once años, su vida ha sido un pentagrama lleno de notas negras y blancas, pero al final forman una linda melodía.  Empezó a estudiar música a muy temprana edad, empezó por la guitarra y cuando salió del colegio tomo profesionalmente la música como su carrera, dice que la dejo porque es muy versátil en sus gustos y sus talentos, ya que también le gusta escribir,  tomar fotografías, bailar. Es por esto que Mariacamila, a pesar que ama la música decidió cambiar de carrera, ya que según ella la música como profesión la hacía sentir frustrada, es muy especializada, y no la deja desarrollar sus otros talentos. Actualmente estudia Comunicación Social, porque ahí siente que si puede integrar varias cosas que le gusta hacer.
Pero eso no es todo, su vida no siempre ha sido una bella melodía. A sus veinte años Mariacamila, llevaba una vida desenfrenada, vivía en alcohol y las fiestas, llevó su vida al fondo, según ella. ¿La explicación?, tenía un novio, era Dj y definitivamente era influyente en su vida, Mariacamila cuenta que se descontroló mientras estaba con él, tuvo un impacto muy negativo en su vida, pero finalmente término.
Solo cuando se toca fondo y te das cuenta que no puedes caer más, solo queda una salida tomar conciencia y subir. Mariacamila buscó ayuda, volvió de sus problemas una partitura más para aprender. Tomó esta decisión cuando su novio la dejó después de que le robaran sus equipos de trabajo, más o menos 4 millones de pesos, mientras él la dejaba en la casa debido a que se encontraba muy ebria.
Justo en ese momento Mariacamila volvió a nacer, dejó la música, no porque no le gustara, sino que vio la necesidad de desfogarse por otros medios. Empezó a trabajar en la empresa de su papá al siguiente semestre, allí conoció a su actual novio Juan Diego, el cual juega un papel determinante en su vida, debido a que por sus diferentes problemas en la casa, su familia, pese a que ella tuvo un cambio radical de camino, no notaron ese cambio, aumentaron los conflictos con sus padres y decidió irse de su casa encontrando hogar con su único apoyo en el momento, Juan Diego.
A los dos meses de relación con Juan Diego, Mariacamila como ya dije antes se va a vivir su luna de miel, como lo describe ella. Fueron los mejores 7 meses de su vida, pese al miedo que ella tenía al principio debido a que si no se entendía con él pues podría perder su único apoyo en el momento.
Hubo varias dificultades debido a que no contaba con el apoyo económico de sus padres. Sin embargo todo fue hermoso, o por lo menos así lo describe ella, en su voz se puede sentir el gran amor que le produce contar esta historia. Realmente Juan le dio un cambio radical a su vida, se puede decir que desde que el llego empezó a cobrar sentido todo, ya no era más Mariacamila la que tocaba fondo, era Mariacamila la que desde ese momento bailaba la vida a su mejor ritmo, en verdad la vida le sonreía.
Simultáneamente y después de buscar en varios campos, se dio cuenta de que Comunicación Social era lo suyo, ahora se encuentra muy feliz con lo que hace, con su vida, no volvió a tocar melodías tristes. Regresó a su casa, ya que para ese entonces, ya había crecido como persona, ya no era la niña indecisa que no sabía qué hacer con su vida y se autodestruida, Mariacamila era una persona nueva. Ella describe su vida, como un todo perfecto, cambio el libertinaje por su pasión por la música y la comunicación, lleva una muy buena relación con sus padres y su novio.
Pero dejando a un lado el drama que tiene esta historia, la vida de Mariacamila es una escala musical que empieza desde la nota más baja y termina en la más alta. Cuenta esta historia, con agrado porque aunque fue difícil la hizo crecer como persona, la hizo madurar. El volver a la casa, le dio muy duro, por la separación con su novio, sin embargo tanto ella como él, supieron que esa sería la oportunidad de vivir el noviazgo que se habían saltado, ya que ellos habían empezado por vivir juntos desde un momento muy temprano en la relación.

Mariacamila ama sentir, le encanta bailar sola, disfruta de la música no comercial. Ella nunca más vivió en el desenfreno, de vez en cuando fuma un porro durante los conciertos o ensayos de su novio para volver a ser niña, para sentir todo desde la pureza, la música, el ritmo, el baile, la hace ser libre. Describe que mientras fuma los sonidos le llueven en el cuerpo, la hace sentir viva y es eso lo que precisamente le gusta a Mariacamila de ella, su sensibilidad y sus talentos, que finalmente son ese motor que hace sonar a la cajita musical.


DEL SOMBRERO, EL TIEMPO Y LA MAGIA


De caminar lento, sonrisa sarcástica, vestuario algo místico, infaltable sombrero de plumas, maleta de cuero, cigarrillos, cabello desordenado, viajero y narrador de historias por vocación.
Luis creció entre calles sin pavimentar, en un barrio que en las noches parecía un pesebre, San Cristóbal al Sur oriente de Bogotá, estaba  lleno de luces y casas de lata como él dice. Su madre, incondicional apoyo, sabia sin haber estudiado nada, su padre nunca lo conoció, a cambio tuvo varios tíos, uno de ellos Luis Alberto, el tío oveja negra de la familia, murió muy joven, el más allegado a Luis, el que le dejó como herencia el sombrero con plumas que nunca se quita.
A Luis no es difícil encontrarlo y mucho menos sentarse a hablar con él, aunque según dicen él no habla con todo el mundo, pasa por odioso y a veces sarcástico. Digo según dicen porque a mí no me consta, para mi es una de las personas más impactantes  e increíbles que han pasado por mi vida. Es por eso que no creo lo que dicen sobre esa actitud de Luis, porque conmigo no fue así, es solo que él como muchas otras personas es de temperamento fuerte, es persona de amores y odios pero los que tenemos la oportunidad de apreciarlo y conocerlo un poco sabemos que detrás de esa impresión de tipo rudo e insensible hay una persona que pese a haber pasado varios años por la academia y de saber lo sabe, es  un tipo que los viernes en una especie de cantina,  después de varios tragos con sus personas más allegadas llora, putea, canta y se ríe.
Ama los libros, el café, la cerveza y los cigarrillos, pero odia lo posmoderno y esa gente a la que él llama “los chocolocos” que finalmente son hippies, que pintan de posmodernos, que fuman y meten psicodélicos para sentirse “plays” y libres. A simple vista es una persona callada, es distraído, sus temas favoritos son el tiempo, la magia, los ritos, San Miguel y la catástrofe de Armero. Puede pasar horas hablando de eso, con tal misterio y pasión que logra  atrapar incluso a aquel que no sepa nada de Antropología.
La antropología ha absorbido su vida, se ha vuelto su compañera permanente, lo demuestra cuando dice que todos sus acontecimientos importantes han tenido vínculos con la antropología. Esta lo unió con su madre, pues ella sabía muchas de las historias que el vendría a estudiar tiempo después. Trajo consigo el amor en una salida de campo, que aunque no resulto, tuvo un fruto llamado Arturo, su hijo, resultado del amor de dos antropólogos. Luis no habla mucho de esa historia, pero si dice  que es una de las cosas más bonitas que le ha pasado, que tener a Arturo le puso algo de orden a su vida.
Cuenta como quien susurra que alguna vez en sus salidas de campo, se encontró con alguien que había hecho pacto con el diablo, que era inmortal. Un hombre ya de edad que tenía lo que llaman el aura oscura, que causaba cierto temor incluso al nombrarlo. Lo conoció en un pueblo lleno de paramilitares, una tarde lluviosa cuenta él para dar más miedo, dice que al presentarse  lo tomo de la mano y cuando el hombre le dijo su nombre se llamaba igual que él, Luis Alberto Suarez. En ese instante Luis, el que no había hecho pacto con el diablo, sintió una fuerza extraña y en ese mismo instante se fue por un momento la luz pero él no soltó al hombre de la mano por miedo a que le pasará algo.
Luis puede pasar horas hablando de eso, del miedo que sintió ese día, de los que ha sentido a lo largo de su carrera. Pero también habla de las cosas que le ha enseñado, de las diferentes nociones de tiempo de las culturas indígenas, de la cultura colombiana y su vínculo con San Miguel, que a su modo de ver explica un poco la violencia en Colombia.
Habla por horas, como contando cuentos, tiene alma de cuentero, se deja llevar por lo que narra y lo vuelve a vivir, incluso llora se dispersa y se queda mirando al horizonte con pose de intelectual. Es de memoria a corto plazo, no recuerda las citas, los correos ni los horarios, pero si recuerda cada autor que leyó y cada canción que lo marcó, las declama como poemas de repente en la mitad de la clase, simplemente porque según él algún vínculo tiene con lo que está hablando.
Luis a sus 38, vive en presente, dice que la vida es corta como sus cigarrillos, que la magia esta en todos lados solo que no todo el mundo tiene la capacidad de verla. Habla de la melancolía y llora disimuladamente, luego se ríe y le da vergüenza. De vez en cuando bebe y se permite decir sandeces con los más cercanos, es en ese momento cuando Luis a sus 38 es un niño que  se pregunta sobre todo lo que lo rodea y ahí nace la inspiración para muchas de sus tesis de antropología.

Imágenes grandes y muchos colores, así me gustaban


Una sonrisa un poco melancólica se escapó al ver ese libro que sobrevivió a mis ventas repentinas. Como olvidar a Franz, el chico tímido de cabello amarillo y crespo, nariz fea, que siempre enfermaba en momentos inoportunos, pero cuando no quería ir a la escuela estaba muy saludable. Me recordaba un poco a mí, cuando la profesora me pellizcaba o me regañaban por no ponerme el saco del uniforme, odiaba ir al colegio, recuerdo y aún me molesta. Las enfermedades de Franz, que buen libro, podía quedarme horas leyéndolo, lo releí hace unos pocos años y seguía igual de fascinante, podría incluso tomarlo ahora y sé que me encantaría aún más.
Ese fue mi primer encuentro importante con la lectura, antes de ese  leí libros infantiles con muchas imágenes, algunos tenían al personaje en plástico y se  le oprimía la barriga y sonaban,  eran  muy divertidos. Sin embargo, puedo decir que aquel libro de portada roja del niño de las enfermedades, fue la mejor elección de mis padres o no sé si del colegio para que empezara a leer con juicio, fue amor a primeras letras.
Aprendí a leer pronto, por incentivo de mis padres, me compraban libros que aún conservo y los encuentro muy llamativos, eran libros de cuentos clásicos, Pinocho, Los tres cerditos, Bambi, se abrían y en cada página se abría una imagen hacia arriba, como en tercera dimensión, me encantaba leer, pero leía lo que yo quería no lo que tenía que leer, ese fue mi gran problema que aún conservo, aunque de forma más tenue.
Luego de esos libros, también tuve un maravilloso encuentro con trescientas páginas de clásicos de las caricaturas, un libro grande, gordo y rojo. En la portada, Pedro, el de los picapiedra le leía un libro a su hija, acompañado de Scooby- doo, Los Supersónicos y el oso Yoguí. Ese debo confesar que logró obsesionarme hasta mis quince años o más, aún de vez en cuando lo leo y me atrapa, como no hacerlo si estos eran mis dibujos animados favoritos, un regalo de mi mamá para toda la vida.
Después de leer estos textos  y saltándome muchos que leí pero en este instante no recuerdo, leí El estofado del lobo, las gallinas y el lobo un poco torpe, también lo recuerdo. Llegó este libro a mis manos por un ejercicio que hacíamos en el colegio durante la clase de literatura. En mi salón, éramos cuarenta y algo de niñas, todas debíamos comprar un libro no muy largo y llamativo, el cual, para empezar debíamos leer en una semana o dos, luego lo rotábamos y llegaba un libro nuevo a nuestras manos,  a  veces aburrido, otras divertido.  Leí muchos libros durante ese año, me gustaba esa sensación de incertidumbre cada vez que llegaba un libro nuevo a mis manos, era como la llave a un nuevo mundo.
Luego a mis 10 años, acompañada por mi papá, saque el carnet de las bibliotecas públicas de Bogotá, y empecé a ir muy seguido a la biblioteca Luis Angel Arango, pasaba varias horas leyendo, libros que me recomendaba la bibliotecaria de la sección infantil, entre estos El terror de sexto “B”, era muy divertido, aunque luego cuando llegué a sexto el escenario era algo parecido al del libro.
El mundo de letras mágicas que me hacían caminar por calles a las que no había ido antes sin tener que levantarme de la cama, hablar con personas que no existían, oler, ver e imaginar.
Empecé a sacar alguna de las excusas de “Las enfermedades de Frank” para no ir al colegio, me daba fiebre repentina, gripe y demás, para evadir algún examen. Más tarde aprendí que no era bueno decir mentiras, porque a mí como a “Pinocho” podría crecerme la nariz o en su defecto ser el “Pastorcito mentiroso” y que ya no me creyera nadie.
Aprendí que los libros no se escribieron porque sí, siempre tienen un mensaje de fondo. Siempre hay algo que aprender de cada uno de ellos, no se requiere de un libro de gran nivel académico para obtener alguna enseñanza, desde la lectura más básica es posible aprender algo.
Yo, por ejemplo, aprendí que no necesariamente lo más rápido es lo mejor,  tal y como sucedía con la casa de “Los tres cerditos”, era preferible demorarse un poco más pero hacer las cosas bien. Los libros de niños son especiales para este tipo de cosas, tienden a susurrar lo que los padres quieren que todo niño aprenda.
Así seguí dando un paseo por el mundo de los libros, extasiada por el olor a hojas impresas, nuevas y antiguas, llenos de dibujos, animales, personas, que me hablaban, me tomaban de la mano y me mostraban mundos que no conocía, que solo existían en mis libros.
Ya un poco más grande, debo admitir que no por mucho tiempo perdí el amor por la lectura porque leía ya no por gusto sino que por obligación, me regañaban por leer lo que me gustaba en vez de lo que me tocaba. Me rehusé a leer esos libros que ya ni siquiera recuerdo por que no dejaron nada en mí, se puede decir que tengo laguna mental de esos momentos en los que por terceros mi lectura se redujo a textos escolares que no me agradaban.
Después de algún tiempo, conocí la escritura, me gustaba escribir cuentos, historias de terror, de romance y de cosas que veía en la calle o me contaban mis amigos, incluso historias mías. Empecé de nuevo a leer, leí “Juventud en éxtasis”, “Ceremonias de amor”, “El penúltimo sueño” y otros más, que me sumergían por historias de amor, romanticismo e  historias algo trágicas y complejas en su desenlace.
Al cambiar de colegio empecé a leer con más juicio, 2010 y 2011 fueron los años enque empecé a leer con mayor agrado, me obsesione un poco con la lectura, era muy amiga de la bibliotecaria del colegio que me permitía llevarme libros a la casa sin carnet y no me cobraba multa si me demoraba.
Luego casualmente todo empezó a tener relación con los libros, mis amigas traían títulos nuevos, algunos los leía completos, otros los dejaba a un lado por aburridos o por no ser lo suficientemente creíbles como para sentirme identificada o impactada por sus historias.
Entendí con el tiempo que el gusto por la lectura depende en gran medida de si un montón de líneas logran tener incidencia en tu rutina, de si efectivamente son vehículo de escape de la realidad. Esto no era como decían, que todo dependía de los buenos hábitos, el amor por la lectura, así cómo otros amores entraba por los ojos, nos tomaba de la mano y  besaba el alma.
Harry Potter también fue parte esencial en mi vida lectora y personal, lo sigue siendo, a tal punto de declararme, no como un cliché, una fan enamorada del chico de gafas y varita mágica.
Podría pasar horas, incluso no dormir, leyendo las sagas de Harry Potter. Aunque esto en ocasiones me causará problemas de distracción, de aislamiento y de visión, porque durante este tiempo no tenía dinero para comprar los libros porque debía comprar los que me pedían en el colegio, así no fuera a leerlos. Esto no impidió que leyera cada uno de los libros, algunos los sacaba de la biblioteca y el resto en versión digital.
Seguido a esto, conocí muchos de mis libros favoritos, Opio en las nubes, Rayuela, Que viva la música, diario de una mujer pública, que fueron como esas historias que narraban algo de la mía.
Casualmente durante ese tiempo en que leí varios de esos libros, empecé a tener contacto con ese mundo que aunque intrigante, era oscuro. Conocí bares, tuve la droga muy cerca, mi vida en ese momento era en parte descontrolada, como la de los personajes de mis libros, tal vez por eso lograban atraparme de manera desenfrenada.
también pasó por mi vida un Mago, andaba sin buscarlo pero sabiendo que andaba para encontrarlo, recorrimos juntos muchas páginas de Rayuela, era algo así como un juego de leer para enamorar.
Han pasado pocos años después de eso, mis lecturas han sido en su mayoría académicas, pero muchas igual de apasionantes a las que leía antes.
¿
Algunas definen mi postura política, otras son críticas que comparto, también hay temas de realidad social y otras son por obligación.
Estos libros académicos, los que me regalan, al igual que los últimos que nombre, están en la parte consentida de mi biblioteca. Son parte de mi, de lo que soy hoy en día, tienen huellas de amores y odios, lo que explica en gran parte porque no los presto y también da razón de porque los cuido como uno de mis mayores tesoros.


El arte, La performatividad y la incorporación


La autora Judith Butler, mediante su teoría de la performatividad, busca visualizar como desde las diferentes posturas LGBTIQ, la identidad de género, la orientación sexual, se expresa una construcción social, cultural e histórica que no son naturales e inherentes al ser humano.
En este sentido, estas expresiones e identidades, son actos performativos, que en sí no son libertades individuales ni únicas, sino que son muestra de  la tradición y construcción  culturales y sociales.
Ahora bien, dado que el género y las expresiones sexuales se encuentran vinculadas a constructos de la sociedad, implican per sé comportamientos aceptados en comunidad, de acuerdo a las categorías e identidades que se han construido conforme al cuerpo.
La autora establece que el género es performativo en cuento responde a fenómenos que se reproducen o reconstruyen a medida del tiempo, por tanto no es algo con lo que se nazca de manera natural. El género desde esta perspectiva es construido por actos, pueden transformarse mediante cambios en estos comportamientos cotidianos.
En este sentido lo que autora propone es desnaturalizar las concepciones del género y todas otras que se construyan a partir de lo femenino y lo masculino como cuerpos sexuados, dado que no permiten expresiones diferentes de género e identidad sexual. Esto rompiendo con moldes creados culturalmente, defendiendo cualquier tipo de identidades, incluso aquellas que no se ajustan a ningún discurso.
Por otro lado, se analiza la redefinición del termino Queer, desde sus inicios como una palabra peyorativa de origen inglés que fue usada hacia las expresiones sexuales diferentes, salidas de lo normativo, como el homosexualismo, significando algo raro.  Renace como una crítica tanto a las identidades sexuales hetero como a las homosexuales, visualiza como las categorías gay y lesbiana, son excluyentes por cuanto son rígidas y no permiten otras identidades matices.  Sin embargo, la autora no solo se queda en la performatividad como algo exclusivo del género, también la raza, como la normatividad del comportamiento asociados a ciertos grupos raciales.
Por otro lado, el autor Pierre Bordieu, muestra como los cuerpos además de ser construcciones sociales, son muestras de dominación, formas de definición del mundo, dividir entre lo positivo y lo negativo, débil y fuerte, superior e inferior.
Las formas en que los cuerpos son reconocidos a través de la historia, la vagina como falo invertido, los cinturones del renacimiento, como símbolo de pureza y castidad, protección de lo prohibido, las relaciones sexuales, representan en sí dominación y es justamente por esa división entre lo masculino y lo femenino, expone un papel del amo y el sumiso, desde el acto de la penetración, como algo que es poseído y por tanto sujeto a poder.
Tal dominación ha sido naturalizada, la negación de la parte femenina de los cuerpos másculinos ha intentado ser suprimida, a partir de una virilidad construida socialmente como alguien dominante, fuerte, rígido. Por otro lado, la mujer ha sido construida de manera normativa en cuanto a su papel en la sociedad como esposa, madre de familia, como un ser obediente, correcta, sumisa.
Se ha establecido una feminidad de sumisión, como algo diminutivo, algo que ha sido enseñado y naturalizado a través del tiempo con actos tan cotidianos, como el vestir, hablar, mirar, caminar, pararse, sentarse, todos dirigidos a asumir una dominación impuesta.
Ahora bien, desde diferentes expresiones cotidianas, como la danza, se pueden observar los conceptos anteriormente mencionados, un ejemplo de esto es el grupo Ballet Folklórico de Veracruz Alma Jarocha, quienes dentro de sus danzas incluyen hombres vestidos de mujeres danzantes, quienes con sus faldas, sus tacones, maquillaje, gestos representan a la feminidad del baile.
En este caso los cuerpos se muestran no como una forma rígida, sino como algo performativo en el sentido que son capaces de ser transformados y no necesariamente deben ser encasillados dentro de un género u otro. Los cuerpos mediante el baile construyen su propia identidad, cambiante entre lo femenino y lo masculino.

Por otro lado, Anna Sampson, fotógrafa ha realizado diferentes trabajos donde el género es un juego más de la escenografía, es un acto de rebeldía donde muestra que el género cualquiera que sea su expresión más allá de evitar exclusiones es limitante y se queda corto ante la diversidad.
Este trabajo va más allá de mostrar lo cambiante que puede llegar a ser el género y expone a cuerpos masculinos dentro de una imagen sexualizada, objetizada, como ocurre con los cuerpos femeninos. Anna Sampson, muestra el género como una paleta de colores que puede usarse para retratar un paisaje, puede mezclarse, no es algo radical que se limite a dos posiciones.


jueves, 12 de septiembre de 2019

The Pearl of Mediterranean

I arrive there on February 2015, I was a 20 years old and my proppose there was like ussually learning English for six months. When I decided to study there even now, some people asked me ‘where is Malta?’ or maybe ‘Is in Italy?’ and how I didn’t know so much about this country I couldn’t said more than what I seen on the Internet. Nonetheless, in spite of my misunderstanding about this country I decided to travel, I wanted to scape and from what I saw in the photos it could be a good possibility, was far from my country, different languaje and other culture.
My first impression in this place was a time travel to the  past, each Street, houses, church in Malta is a sample of culture, religion , history, definitaly a walk for medieval towns like fanstasy tale with a medieval knights but it does not mean that is a boring island, on the contrary, this coutry have a lots of things to offer for every taste.
This island have two points of view, first this ancient context about  prehistoric temples and history. Secondly, the modern side, luxury apartments, hotels restaurants and night life. Each part of Malta the modern and tradicional, have many things to show, if you are interested on relax, you can find amazing beaches besides, time for dance and drink even you can meet different people from every where. Then if you are the type of person that prefer to know new cultur or perhaps listen a history of knight, you can not miss some tour around the capital city Valleta.
The first emblematic stuff that I see and I really liked was the uniques balconies each one the differents colors, decorate the streets and in my opinion give a touch of romanticism, I do not think that any tourist in Malta has not taken a picture there or in the iconics red telephones boxes, than make you feel in England.
I was excited for all things that I mencioned before but the best thing, from my perspective was how despite the fact that Malta have a lot of people from differents sides of the world, is one of the safest countries.  Furthermore, I have to say that for me Malta is an unbelievable tourist destination although sometimes is underrated maybe for lack of knowledge about this country for this reason I call this tiny Island hidden pearl of the Mediterranean. 


Amorarce y Desamorarce

Que  le vi?
El alma en los ojos, esas ganas de tomar mis manos y caminar, le vi sueños, le vi palabras. Pero le faltaba valor.

Se despertó con música en la mente, los recuerdos la acobijaban, la besaban, pero esta vez no con forma de miedo, mas bien tenían forma de sonrisa, como si la vida le hiciera una vez mas un guiño de no fue nada, de ya paso, de sigue adelante y agradece. Ya era hora de levantarse y caminar, de incorporarse al mundo.
Salió por un momento, tal vez un tequila para librarse de sus miles de demonios, le diera ese pequeño choque de corriente que la hiciera sentir viva y un poco valiente. En la barra, no es tan común ver una chica, es mal visto, "patriarcalismo idiota!"pensó, mientras se tomo su tequila de un sorbo. Después de unos cuantos, de melodías difusas, dejo de pensar, era como si por un momento el tiempo se detuviera y no importara nada, más allá de su propia figura que aunque suya parecía ser un poco lejana, dispersa, después de todo no era tan suya, había ya sido invadida por  mil cuerpos, mil promesas que habían robado  parte de ella.
el aPor un lapso de tiempo, una canción trae con sigo una imagen difusa de lo que fueron esos miles de besos, esas miradas, caricias, bailes, sueños, amores de una noche, de tres, de seis meses, de tres años, de una tarde. Al final solo recuerda pocos nombres, aquellos con los que realmente amo la vida, con los que andar era volar, son pocos, para los que se acomodan las canciones de amor en muchos idiomas, en turco, alemán, ingles y español. Todos tan suyos, tan amados y ahora tan lejanos, cada uno se había ido con su corazón, que al parecer no era un solo corazón pues a cada uno se lo habia entregado completo, sin mesura, sin precauciones, como se ama con intensidad y sin medida de tiempo.