Entreletrascaí

jueves, 9 de junio de 2011

avenida sin nombre


Tomare el día de ayer( otro supuesto fin del mundo ) como el inicio de sucesos inesperados, creados por ocurrencias, en las cuales pueda que yo trate de reflejar situaciones de mi vida( metafóricamente) o atmósferas que desee habitar en esos momentos y tal vez la melancolía me haga volar hasta tu ventana, o quizás ya ni eso quiera, en vez de eso creería que tengo ganas de caminar por las calles sin nombre, llenas de esa gente sin alma, esas personas carentes de la misma esencia que desde hace algún tiempo me falta.
Hoy es un buen día para el fin de nuestros momentos, la noche esta oscura, los andenes llenos de fantasmas borrachos, hoy no tengo ganas de soñar, hoy solo quiero ser un ente, caminar sin rumbo fijo con ningún otro fin al de esperar que amanezca, antes de caer sobre el pavimento esa noche de postes andantes, me encontraba apoyado sobre una pared viendo a mi sombra chasquear los dedos como si estuviera siguiendo una melodía, de repente me acorde de el único atardecer que no me repugna, en aquel entonces tenía un cuerpo desparramada sombre la cama donde yo haba dormido, solo me acuerdo que estaba cubierto de un rojo tibio y profundo de el cuello a el estomago, en las piernas cargaba una cuchilla de barbero, solo sé que durante 23 años de vida lo único correcto que sabía hacer era captar sentimientos, escenas, contrastes morales, cinismos y alegorías. No dure tanto pensando que hacer con eso que se encontraba en mi cama, cogí cuatro crayolas un papel pergamino que tenia debajo de un estante con fotografías, se me ocurrió pintar una rosa, dos soles y tres dedos. me perfile la barba con su navaja me cambie la camisa, sombrero y " Chompa" como decía mi abuelo, le tome dos fotos , una dejándola sobre ella con un recado en la aparte de atrás diciendo " I DIDN`T KILL HER" y otra se la regale a un hombre con cabeza de caballo, el sabrá que hacer con ella, seguramente el decida deshacerse de ella, tener el coraje de tirarla al alcantarillado y luego olvidarla por siempre; creo que el destino de aquella ya no importa, hoy solo quiero hacer parte del carnaval de postes andantes, hoy no tengo ganas de ser distinto, no deseo hacer la diferencia, quiero carecer de conciencia, hoy quiero deshacerme de todo de las maripositas que producen tus palabras rotas, del amarillo de las nubes, del recuerdo acompañado de la pereza crónica de mis amaneceres, quiero olvidarme de esa silueta, de tu silueta; quiero que el aire te lleve por siempre y que se la lluvia te borre para siempre, no deseo más que verte desaparecer, que me mandes un beso de esos que al atraparlo dan cosquillitas y un poco de calorcito, por ahora solo quiero tomar un café, leer un buen libro, escuchar una que otra melodía andante, no quiero hacer nada, hoy solo quiero hacerme amiga de la soledad, de esa misma soledad que por tanto tiempo olvide , tengo ganas de ser aire para ver tanta miseria de lejos , tanta tristeza enmascarada, iré a uno de esos bares donde el licor es remedio para el corazón el cigarro de las tardes será de nuevo la mejor compañía, no quiero ser yo preferiría ser tu para revolcarme un poco en el gris de tus días, un poco en la miseria de un buen trago…
En esa cantina me encontré con mi hermano, el me ayudo a recordar quién era, como era y si lo que sentía ahora acerca de todo era cosa repentina o desde me infancia. Recuerdo que con el jugábamos al trencito, sujetos de la cintura y corriendo a lo que más podíamos hasta tropezar con algo y terminar revolcados en el piso, un día como ese estaba esperando el metro y sí ¿sabes? Me acorde de ti querido hermano antes de que llegaras y me apretaras el hombro como era de costumbre, entre una pequeña charla vimos que un vagabundo desubicado supongo que debió haber sido por un mal trago o algo así, bueno eso no me interesaba, solo sé que aquel sujeto tropezó y cayó desparramado sobre los rieles del metro, con mi hermano siempre fuimos de buen corazón, no dudamos en ayudarle y salvarle la vida, se que su vida ya no tenía tanto valor que mi vida pero no se tal vez alguien más haría lo mismo por mí, bajamos y lo subimos, ya era tarde, el metro se aproximaba con gran rapidez y de hecho este no nos servía, a la velocidad de un parpadeo pero a la vez tan lento como para contar a la muchedumbre de ese lugar, vi mi tórax, volando al frente de mi cara, lo reconocí por un collar con una guitarra, mis pies , mis brazos y manos parecían festones de cumpleaños volando por todo el salón; me sentía completo, pero lleno de frio, no un frio corporal obviamente, sino un frio que tenia fácil acceso al cerebro, uno que podría coger mis cuerdas y hacerlas vibrar de tal manera que pudiera llamar un enjambre de abejas. Volví a parpadear, y me encontré a una chica muy bella al frente mío tomándome fotos con un celular, de hecho sentí que yo mismo salía por mi propia boca, me limpiaba unos cuantos escombros y seguía con lo que restaba de mi, le grite a mi hermano que le hiciera una nota a mi papa diciendo que tardaría para volverlo a ver. Me dirigí a la calle, mire al cielo y vi que todavía estaba nublado, seguí caminando y entre a esa cantina en la cual me encontré con mi hermano, si de hecho es el mismo momento, en donde él me aclaro que morimos como crecimos, tratando de frenar un trencito y con un poco de nostalgia y confusión tome otro tequila y brinde por la fortuna, los desaciertos y los miles de deseos ; y al pasar las 2 aquella chica se acerca y me dice tranquilo nene solo fue uno que otro trencito rompe-sueños.

Continuara …

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