Entreletrascaí

miércoles, 20 de febrero de 2013

Para las pupilas color arco-iris

Tuvo sueños, de esos calienticos, los mismos que se suelen volar con el viento, mil y un miedos lo acompañaron mientras caminaba por la calle, la vida, el café, salvar vidas, ser héroe  todo parecía tan fácil  tan simple como monótono, creía que todo era fantasmas, canciones rotas, un poco rock y otro tanto olor a vino barato, especial para aumentar  el rosa a la vida  que pasaba ante sus ojos, vida rencorosa, solitaria pero al fin y al cabo vida, no hay alternativas...
Solía ser un delirio, en fin un desorden total, una puta, dos putas, un hotel o varios, el cigarro, en fin todo lo necesario para emborrachar la melancolía que dejo la ausencia de Martha, una putica que tenia el corazón entre las piernas y los pies fríos de tanto andar por las nubes, todo lo que nunca soñó ante sus ojos, vendiendo besos en burdeles de mala muerte, vaya mujer!, era su todo, para él no había cosa mejor que ese par de tacones rojos acercándose a su puerta, pero de nada servia la ausencia de Martha lo estaba tomando por sorpresa en cada una de sus noches, bebiendo vino de su mismo vaso se volvió imprescindible,  la locura se volvió su mejor amante, unas muchas huellas en su colchón y nada, de nuevo estaba ella en el rojo de los labios de cada mujer a la que besaba.
Se sintió morir, cada noche era en sí una sola rutina, música,  vino, cigarro, sudores agitados, y nada, en el espejo de la habitación de cada hotel se asomaba su silueta, como espía profesional siempre estaba el recuerdo de aquella a quien sus besos había entregado por tanto tiempo. Después de todo el agite de las noches, se inyectaba un poco de felicidad en las venas, que parecían gusanos, una mas de sus alucinadas!.
De vuelta al mismo bar de las madrugadas, se destinaba a seguir su rutina, conocer una que otra chica, entregar el cielo por un beso, y de vuelta al hotel, pobre miserable estaba destinado a estar siempre solo... solo esperándola...

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