Entreletrascaí

lunes, 18 de julio de 2011

Erase una tarde de abril

El mar se habia confabulado para hacer sentir las mejores emociones, sonaba tan tranquilo que hasta parecía un susurro y hay estaba de nuevo el lapiz y el papel de compañeros de habitación, de sueños, de gritos, dueños de esas palabras sin dueño de ese llanto revertido.
Hoy como siempre sentí ganas de besar el mar, ganas de no ser yo por un instante para ahora ser tan solo esos pies que tocan la arena, esa sensación mojadita llena de colores, que tan mágico es ese paisaje, tan mágico como sus manos frías buscando calor, esas manos buscando el perdón de lo que esta por hacer, sus huellas llenas de insinuación furtiva calman el deseo de poseer la tarde roja de los enamorados. Podría imaginar que caminamos de la mano, de la mano con los sueños los mismos sueños que algún día dejaran de ser tuyos o míos para ser nuestros, juro que el mismo cielo estara envidioso de ver tanto amor junto, seremos como dos gatos en el tejado nocturno de una ciudad prendida y finalmente consumaremos la union de dos almas que por no perderse se han unido con el hilo transparente del atardecer en el mar. 

Agradecimientos finales: Este escrito aunque   no tenga   parentesco  alguno   sera de  el constructor de una parte de mi imaginación (querido, buena foto) y espero que   llene tus expectativas este  " lo que sea" y que por lo menos sea usado en los sueños mas profundos de camino al mar de las ilusiones No- perdidas. 
FIN 
Gracias totales    

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